jueves, 30 de octubre de 2008

uno menos!

miércoles, 29 de octubre de 2008

domingo, 26 de octubre de 2008

In Italia (Fabri Fibra)

questo è una rivendicazione italiana, ma pure in Spagna ci sono cose che nessuno ti dira!

¿Porqué el hielo de los iceberg se ve azul?

Uno de los grandes espectáculos del planeta es ver esas masas de hielo azul viajando por los mares de los polos.

Como sabemos, la luz blanca está formada por todos los tonos del arco iris, desde el rojo hasta el violeta. La nieve se ve muy blanca porque refleja toda la luz solar que llega. Cuando está recién caída, es ligera y se acumula mucho aire en su interior. Las burbujas que rellenan los huecos, reflejan los rayos multitud de veces y todos los colores del espectro "se fugan". Por eso la luz que vemos es blanca.

sin embargo, cuando la nieve se apelmaza y se convierte en hielo, las burbujas y el contenido aéreo se reducen. En el hielo duro y denso, la luz que penetra hasta las capas más profundas ya no se topa con las molestas burbujas que antes le hacían rebotar.

Los fotones rojos y amarillos que son poco energéticos, penetran menos y son absorbidos antes; pero los fotones azules, que son los más energéticos, resisten todo el camino y se hacen visibles. Por eso los iceberg se ven azules
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sábado, 25 de octubre de 2008

Tenis...

jueves, 23 de octubre de 2008

No sé qué decirte

No es que me calle lo que pienso, es que, a veces, no sé qué pensar. No es que oculte lo que me inquieta, es que me inquieta no saber lo que oculto. En ocasiones es algo más poderoso que una ignorancia, un desconocimiento o un desconcierto que inhabilitan mis palabras. No es una parálisis, sino un exceso de estímulos que provocan algo que se parece a una proliferación compleja y contradictoria de emociones, de sentimientos y, quizá, de ideas que no se dejan reducir a una discurso articulado. No solo por falta de coherencia. Se hace casi imposible la verbalización. No es un engaño. No es que me lo guarde, es que lo que siento no es capaz de llegar a ser algo que decir. Reconozco que debe resultar incómodo encontrarse ante quien, en cierto modo desnudo de argumentos, ni siquiera es capaz de enfrentar o de afrontar la situación. A veces, es desesperante. Y puede hasta parecer agresivo. Dan ganas de agitar o de remover las hojas de quien calla a ver si cae o se desprende algo que se deje ver u oír. Podría pensarse que es una cobardía o una irresponsabilidad, una incapacidad de hacerse cargo de la situación, de las propias decisiones. Pero en ocasiones un rayo irrumpe en el corazón de la lógica y tiemblan y laten las almas, pero no hay modo de sentir más que impotencia o culpa o desamparo. No lo tomes a mal. Callo porque una voz más potente que cualquier frase no es capaz de balbucear ni de deletrear nada. Un ejército de traspiés y de tropezones es torpe para enfilar un mínimo discurso. No es indiferencia. Desearía que entraras en el insonoro refugio en el que no hay palabras. No es un vacío, es algo aplazado, despoblado, que sin embargo late. Y creo que con amor. Pero a estas alturas de la conversación, ya solo un gesto, quizá un abrazo, podría mostrar la verdad de esto que ni es esto, ni sé que decir de ello. Esto que me pasa y que, sin embargo, no poseo. Tengo algo decisivo que decirte: no sé qué. Tal vez se desprenda de mi mirada o de mi postura. Te lo digo sin decírtelo.No siempre tenemos las palabras adecuadas. En ocasiones, ellas parecen haberse ido incluso antes de llegar. Se produce una sensación incómoda de incomunicación. Pero tal vez en ese momento se requiere algo más, algo otro, la capacidad de escuchar lo que quizá quede patente sin necesidad de ser dicho: un aprecio más consistente que cualquier explicación. No es que se esconda algo. Es la voluntad de mostrar que no hay qué decir. Podrían improvisarse palabras, pero cuando alguien nos importa de verdad es preferible que sepa que no siempre sabemos qué decir, aunque incluso eso deseamos hacerlo llegar amorosamente. Y ese es ya es otro modo de hablar. Bien necesario, por cierto.

soltando aires...

MI RELOJ

Siempre me ha desconcertado que un reloj que es mío coincida tanto en hora con el de los demás. Me parece tan singular, tan propio, tan identificativo, que no alcanzo a comprender, al menos en primera instancia, cómo puede compartir el tiempo hasta llegar a tener que ver con otras vidas. A pesar de que le pertenezco tanto, me cuesta acompasar el ritmo de mi respiración, el ritmo de mi sangre, con su latido. Él, a su modo, también palpita. Y sé que también le cuesta.
Quizá me hice mayor cuando llegué a tener uno de pulsera, ese que se recuesta junto a nuestra muñeca y se asoma curioso por los bordes de la camisa. Tuve que modificar mi mirada y a aprender a vivir a otros ritmos. No sé si más pausados, sí, al menos, más medidos. Últimamente no solo me fijo en los ojos de los demás, es como si también encontrara su mirada en el brillo del cristal que parpadea en su reloj. Cuando miran el mío, sé que no buscan solo las horas. Si en determinada ocasión olvido mi reloj, noto una cierta desnudez, una dislocación y no, como algunos dicen, liberación alguna. Lo quiero conmigo. Al dejarlo cada noche en la mesilla presiento que me estoy despidiendo de algo, de alguien. Me resulta difícil acostarme con reloj. En todo caso, disponerme a descansar supone un cierto desprendimiento del tiempo. Y lo hago. A pesar de tanta precisión incorporada, hay también una no coincidencia con él que siento muy mía. Tiene su vida y sus cosas. Por ejemplo, sigue resultándome gracioso el hecho, que es ya un dicho, de que hasta un reloj parado da bien la hora un par de veces al día. Es como si parado estuviera aguardando su ocasión para encontrarse en hora con los otros. Su detención no es una parálisis, sino una espera. Y si me lo regalan, considero que desean que viva más que yo mismo, casi que sobreviva, que perviva, y me siento más querido.En todo caso, nada es menos erótico que mantener una relación con el reloj puesto. No solo puede resultar incómodo, es que es improcedente, descuidado, delator. Y no digamos lo que desmotiva que alguien lo mire sin cesar, tanto en semejante ocasión como cuando alguien nos habla. Prisa o aburrimiento, dos formas de huir.Hay algo de fotografía en el reloj de alguien. Cuando no está, mirarlo es ver el rostro del tiempo del otro. Emociona. Y al desprenderme de él pienso que tal vez me sobrevivirá. Por eso, si se tiene más de un reloj y más de un hijo no es fácil decidir a quien dejar cada uno. Incluso prestárselo me parece que les envejece. Heredar el de un hijo resultaría insoportable. De todos modos, es un privilegio que alguien continúe la existencia sintiendo el latido de nuestro vivir. Que sean ellos lo que reciban mi reloj. Les ofrezco tiempo. El que solo tengo si lo doy.

Antártida, el continente blanco

miércoles, 22 de octubre de 2008

este blog...

El nombre de este blog procede de una exposición. Hace unos dias leí un artículo que hablaba sobre una exposición sobre la Antártida argentina que se llamaba asi, "lagrimas del deshielo" y me gustó tanto que decidí tomarlo prestado, pues me parecia una forma increible de describir elefecto del calentamiento globlal en la Antártida...

Ultimamente, todolo relacionado con la Antártida me interesa y llema mucho la atención, pues es un continente tan desconocido como valioso. Es increible todo lo que alli sucede, se ve, se puede hacer... en fin, me encantaria ir, aunque sea bastante complicado...