viernes, 16 de enero de 2009

mis fantasmas

"La ventana era una vasta extensión de cristal oscuro y en el centro mi fantasma, con su oscura transparencia, me estaba mirando.Su mundo no se diferencia del mío -el contorno claro de un escritorio al otro lado del cristal y, detrás, un mullido sillón con botones incrustados, colocado en el círculo de luz que proyectaba una lámpara de pie-, pero mi silla era roja y la suya era gris;mi silla descansaba sobre una alfombra india, rodeada de paredes de luz dorada, la suya flotaba espectralmente en un plano oscuro, indefinido e interminable, donde formas vagas, como olas, parecían moverse y respirar.
[...]
Estaba a mitad de un bostezo cuando algo empezó a sucederle en la cara. Lo primero fue una deformación repentina en medio de la frente, como una ampolla. Le apareció otra marca en la mejilla, luego otra debajo de un ojo, otra en la nariz y otra en los labios. Cada nueva mancha iba acompañada de un ruido sordo, una percusión cada vez más rápida. A los pocos segundos parecía que todo el rostro se hubiera descompuesto.
Mas no era obra de la muerte. Tan solo era lluvia, la tan esperada lluvia."

El cuento numero trece, Diane Setterfield

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